Pier Giorgio nació en una familia influyente y rica de Turín, Italia en el año 1901. Vivía rodeado de amigos, excursiones, viajes, museos, música y fuertemente involucrado en la política local. Hasta que descubrió que la vida de profunda oración, el servicio a los pobres y el llevar a los demás a una relación con Cristo, le daba a su vida un verdadero sentido, paz y felicidad. Murió a los 24 años el 4 de julio de 1925 y fue beatificado por el Papa San Juan Pablo II el 20 de mayo de 1990. Al beatificarlo, el Papa se refirió a Pier Giorgio como El Hombre de las Bienaventuranzas.